CONNELLY, MICHAE
HABITACIÓN EN LLAMAS.- No hay muchas víctimas que mueran una década después de que se cometa el crimen. Así pues, cuando un hombre fallece por las complicaciones derivadas de un balazo recibido diez años antes, a Harry Bosch le corresponde un caso en el que el cuerpo todavía está fresco pero apenas hay ninguna otra pista. Incluso para un policía veterano sería un caso complicado. Y la nueva compañera de Bosch en el Departamento de Policía de Los Ángeles, la detective Lucía Soto, no tiene ninguna experiencia en homicidios. A Bosch y a Soto se les encarga resolver un caso de alta tensión y con implicaciones políticas. Empezando por la bala que ha permanecido alojada durante años en la columna vertebral de la víctima, los detectives deben conseguir nuevas pistas a partir de pruebas reunidas años atrás, y éstas pronto revelan que el disparo no tuvo nada de aleatorio. Cuando la investigación gana velocidad, conduce a otro caso sin resolver en el que todavía hay más en juego: las muertes de varios niños en un incendio ocurrido veinte años atrás. Pero cuando su trabajo empieza a amenazar carreras y vidas, Bosch y Soto deben decidir si vale la pena arriesgarlo todo para encontrar la verdad o si es más seguro dejar que algunos secretos permanezcan enterrados.
DEL OTRO LADO.- Harry Bosch se ha retirado del Departamento de Policía de Los Ángeles, pero su hermanastro, el abogado defensor Mickey Haller, necesita su ayuda. Una mujer ha sido brutalmente asesinada en su cama y todos los indicios apuntan al cliente de Haller, un antiguo pandillero convertido en padre de familia. Aunque la acusación de asesinato parece irrefutable, Haller está convencido de que es una trampa. Bosch no quiere saber nada de cruzar al otro lado y trabajar para la defensa. Siente que eso destruiría todo el bien que ha hecho en sus treinta años de policía de homicidios. Sin embargo, Mickey promete dejar que las cosas caigan por su peso. Si Harry demuestra que su cliente es culpable, según las leyes de revelación de pruebas, estarán obligados a compartir sus hallazgos con la fiscalía. Aunque va contra todos sus principios, Bosch acepta el caso a regañadientes. El expediente de la acusación tiene demasiadas lagunas y él tiene que llegar al fondo por sí mismo: ¿si el cliente de Haller no lo hizo, entonces quién mató a la mujer? Con la ayuda secreta de su antigua compañera en el Departamento de Policía de Los Ángeles Lucy Soto, Harry empieza a investigar. Sus pesquisas enseguida lo conducen al interior del departamento, pero se da cuenta de que el asesino al que ha estado siguiendo la pista también lo ha estado investigando a él.