BURNS, ANNA
Milkman es una novela extraordinaria basada en el conflicto en la Irlanda del Norte de los años 70, el cual aquí está reflejado por la mirada de una chica de dieciocho años cuyo nombre no es mencionado; la conoceremos como la hermana mediana. Alguien convertida súbitamente en blanco y presa sexual de una suerte de muy temido y ominoso y mayor que ella paramilitar conocido como Milkman o El Lechero. Milkman es una historia de rumores y habladurías, de silencio y sordera intencionada; así, esta joven de pronto se descubre en ojos de todos de la peor manera posible. Porque aquellos que la conocen desde siempre aseguran desconocerla y dan por hecho su amor prohibido con el acosador Milkman. Lo interesante de la propuesta de Burns es que se ocupa y preocupa por mostrar la violencia detrás de la violencia. No tanto las bombas o las escaramuzas a balazos sino lo que sucede dentro de las casas donde rigen ritos tribales, opresión patriarcal y religiosa y el constante reproche por no hacer lo que hacen todos. Burns retrata lo que ocurre en un sitio chico infernalmente grande y demasiado parecido a Belfast. Así, la heroína no deja de leer mientras camina novelas como Madame Bovary, porque lo único que desea es escapar del siglo XX y retroceder hasta tiempos en que antes de condenar a alguien había que tener pruebas. Burns también construye el acoso, que ejerce un paramilitar republicano representante del poder, tal y como es entendido el poder aquí: poder masculino, poder armado, poder asesino, poder para decidir sobre las vidas de los demás. En este punto, es interesante enterarse cómo las jóvenes del entorno de la hermana mediana han sido moldeadas para, mucho más allá de sentirse halagadas por ser el objeto de deseo de un poderoso, sentir que las cosas son así, que hay que rendirse y acoplarse.
