GUERRERO PEÑA, ALEJANDRO
La era del defensor simbólico ha muerto, nuestro Proceso Penal Acusatorio exige defensores activos, tanto dentro como fuera de audiencia, de modo que, el defensor debe saber investigar, ver y pensar lo que quizás su contrario no ha investigado, menos aún visto o pensado.
En la audiencia inicial, el defensor tiene quizás su mayor encomienda para lograr la libertad de su representado, de manera que, debe conocer perfectamente los actos que integran la referida audiencia, ya que será la única ocasión en donde tendrá tres debates procesales para materializar esa libertad, en el control de legalidad de la detención, vinculación a proceso y medidas cautelares.
La base de todo gran trabajo defensivo en una Audiencia Inicial, se encuentra en el conocimiento previo que se tenga de la objetividad de cada acto procesal que componen a la misma, así como a la realización de los actos de investigación defensivos.
"Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más profundo de su corazón cualquier injusticia cometida contra cualquier persona.
Esa es la cualidad más linda de un Defensor".