HUFFINGTON, ARIANNA
Mientras el mundo nos ofrece señales luminosas e insistentes que nos incitan a ganar más dinero y escalar más alto en la pirámide, apenas existen las que nos recuerden que debemos estar conectados a la esencia de los que somos, que debemos cuidarnos a los largo del camino, relacionarnos los unos con los otros, que tenemos que parar y asombrarnos, y conectar con ese lugar donde todo es posible.
Buscar nuestro punto de apoyo, nuestro lugar de sabiduria, paz y fuerza.
Y desde ese espacio, rehacer el mundo a nuestro gusto, de acuerdo con nuestra definición de éxito, para que podamos desarrollarnos y vivir con más gracia, más alegría, más compasión, más gratitud, y sí, más amor. ¡Hacia delante, hacie arriba y hacia el interior!