HILLSBOROUGH, ROMULUS
La caída del régimen Tokugawa, que gobernó Japón durante dos siglos y medio (1603-1868), fue el hecho más importante de la historia japonesa moderna. Este convulso periodo, conocido como Restauración Meiji, comenzó con la feroz oposición de los samuráis a la apertura de la hasta entonces aislada nación a los "bárbaros occidentales" decretada por el shogun en 1854. A pesar de ser inevitable, la apertura del país fue considerada un signo de debilidad y los samuráis, bajo el lema "expulsar a los bárbaros", conspiraron para derrocar al shogun y restaurar el poder imperial. Al grito de "castigo del Cielo" blandieron sus espadas contra los leales al shogunato y desataron una ola de terror cuyo epicentro fue Kioto, la capital imperial, donde los asesinatos se sucedían de manera descontrolada. A finales de 1862, hordas de airados samuráis renegados habían convertido las calles de la ciudad en un mar de sangre.